domingo, noviembre 20, 2005

Llegarás a vomitar, pero ya lo hice

"Llegarás a vomitar a tu casa", dijo mientras me tomaba entre sus brazos pero ya lo había hecho sobre él de una forma tan repulsiva que me avergüenza. Por un momento me escuché diciéndole cosas que pediría a Dios jamás escuchar de alguien que llegue a querer. Me sentí mala, mala como estoy segura que no soy.
No creo que deba dar vueltas a algunos temas porque ya fuimos suficientemente claros, hasta el exceso (lo admito). Supongo que el hecho de escribir ya es redundancia, pero lo hago porque estoy segura que él leerá, y aunque no valen los "lo siento" y las intenciones de no perderlo, necesito buscar respuestas entre mis palabras y este segundo vómito.
No me sirve jurar ni estar segura que "no quise hacerlo de esta forma". Ni siquiera sirve que él supiera que no lo quería perder. ¿Él estará seguro de eso?. Lo hice elegir e hizo lo correcto, lo que cualquier persona con la mitad de su ego hubiera hecho, lo más sano. No puedo reprochar eso, ni siquiera puedo sentirme defraudada.
Tengo un don para atraer a hombres "caxos" y alejar de mi lado a aquellos que valen la pena. Sólo que esta es primera vez que no estoy segura de haber jugado con la verdad y con las ilusiones de la manera correcta.
Ese vacío ha quedado nuevamente. Como siempre. Sólo está el niño que duerme en su cama y que ya pasé media hora mirando y cuidando sus sueños, buscando respuestas, caminos y fuerza en su rostro...
Gisell