No confíes, no confíes...

Me vacuné contra engaños y falsedades pero por más que las haya vivido aún no aprendo a distinguirlas y sigo cayendo por culpa de ellas. Quiero pensar que no me he contagiado de semejante mal y que por eso, hasta cierto punto, sigo creyendo.

Hoy desperté con una llamada de esas para caer en la cuenta que no vale la pena confiar. Tenía razón, mi presentimiento estaba en lo cierto y aunque me gusta decir eso, esta vez hubiese preferido no hacerlo.

Qué gente más sínica! que ojos más falsos! qué mierda en cada esquina! que putas relaciones de pareja, de familia o de amigos! Qué pasa en el mundo que no entiendo cómo hay cosas malditas que dominan lo bueno que podemos llegar a ser!

Cómo descansé hoy desnudando mis miedos y mis deseos ante esa persona que no me hace temer, pero cómo sacar las voces de mi cabeza que me siguen repitiendo "no confíes, no confíes...".