viernes, octubre 28, 2005

Vómitos de alguien como yo (III parte)

Y aquí estoy: single again pa variar!

Hoy leía el blog de mi mejor amiga en su "mundo Pacha" vómitos de ella en su intento por ser ella y no morir por serlo en el intento del vivir... qué xanta que escribo! jajaja

El punto es el siguiente: la apoyo y entiendo tanto! (por eso es mi amiga). Soy capaz de leer hasta su rabia y pena cuando habla del sentirse sola y cansada de tanta cosa que se ve pasar y una ya está hecha, con un hijo en nuestro caso de 4 años, una carrera lista y yo estudiando, una pega estable, nuestra filia apoyándonos, juntando plata pa' la casa y amigos que son como ángeles. Y.......???????

Hasta recién no comprendí que no es él a quien necesitaba, sino a alguien. Como siempre, pero pudo haber sido si no hubiera sido él... entonces, como en lógica proposicional: CONTRADICCIÓN! en chilensis: lo quiero tanto por la persona que es y lo adoraba por quien podría llegar a ser pero no es quien yo necesito y ya estoy diciendo adiós a la ilusión.

Es extraño, saber que a mis 24 la ilusión después de tanta cosa aún existe, de sueños personales y ahí viene la falsedad conmigo misma, engañándome sólo para cumplir ese "sueño" que no pertenece a este mundo.

Yo también me canso y hace mucho lo estoy pero no quiero sucumbir. Podré caerme y necesito hacerlo, pero sólo para pararme y creerme el cuento nuevamente. Saber que estoy viva y tanta mierda aún no mata mi alma y que Dios, a pesar de todo, ha sido generoso conmigo.

Ya lo dije una vez: la diferencia está en que yo quiero pararme del lodo, no revolcarme en él.

Lita

lunes, octubre 24, 2005

A nuestros ángeles...

No es el tiempo el que hace las penas más llevaderas, son las personas a quien Dios pone en nuestro camino bajo el nombre de amigos.

Hoy me preguntaron si voy a dejar a alguien que me haga feliz... ¿Acaso necesitará la respuesta?
Eres mi ángel. Estás ahí: lejos para tocarte pero cerca para sentirte, más de lo que muchas personas no han estado ni estarán jamás.

Sólo estás y eso es todo lo que necesito. Mi hijo.

Vómitos de alguien como yo (intermedio)

Es tan obvio? es tan evidente saberse derrotada y sin ganas e incapaz de hacer algo?

No, ya no. "estoy en otra para" como dije y se dice por ahí... y suena bien: tan definitivo, como salir airoso de una mala jugada del destino... ojalá fuera del todo cierto! pero me quedo en las ganas... eso ya es algo no? es casi irónico mi optimismo.

Aún tengo ganas de gritarle a la cara a ellos, a esas personas que fallan: a alguna amiga, al padre de mi hijo y a él una infinidad de cosas que ni yo misma sé. Ni siquiera es para limíar sus conciencias, sino mi alma.. no se puede vivir con ese rencor y temor dentro. Quisiera saber si les importé alguna vez y si les importo ahora... pero no lo harán. A ratos, lo único que quiero es que me vean llorar y de alguna forma sepan que sus culpas pesan sobre otras personas y tanta de esa miseria termina destruyendo. ¡Mírenme! yo siempre lo estoy.

La gente piensa que estoy bien porque no me tiro mierda todo el día y porque la sonrisa es la única mentira que me sale bien. Creo que a sólo una persona le dejé ver cuán pequeña soy y ella aún así se queda a mi lado y me considera fuerte, por eso es mi amiga, y porque a pesar de conocer sus miedos ella es mi héroe, de esos que jamás juré tener.

No soy más valiente que el resto de las personas, pero necesito creer que así es.

¡Dios cómo duele todo esto! me equivoqué yo.. cómo puedo culpar al resto de confiar, creer y querer si nadie me obliga a hacerlo? cómo podría culparlo a él... sería más fácil, sí. Pero... no soy tan maldita.

La diferencia entre él y Gisell, es que yo quiero salir de esto donde estoy hace tanto tiempo y él le gusta revolcarse en ese lugar.

Ya no quiero más... no es justo!

Hoy leí ocho páginas con sus palabras y nombraron varias veces a otra persona... y yo? no existo, no soy, no estoy en su vida. Podría aventurarse con alguien y no conmigo, podría ser el padre de un niño que no lleva su sangre y no del suyo, podría estar en mi cama, pero está en cualquiera. Eso es amor, la gran estupidez humana! la diferencia entre el ser humano y el animal. La inteligencia nunca lo fue, sino mirémonos... bah! no voy a caer en la crítica sobre del mundo y sus males porque para eso hay gente que hasta estudia y quitarles la pega por un bajón tampoco sería justo.

El tiempo pasa y con eso las cosas se vuelven más llevaderas. Y yo ya puse tope: días, ni siquiera una semana: días. Luego de eso, juro que haré cualquier cosa porque esta historia se vuelva otro fracaso más en una vida que de tantos, ya ninguno es relevante.

Me habrá perdido. ¿Realmente, ese era su temor?
LITA

domingo, octubre 23, 2005

Vómitos de alguien como yo (II parte)

La mitad de tus versos me destruyen,
aquellas sutiles palabras susurraban.
Yo no quise escucharlas.

La mitad de tus versos aman la muerte,
comentan, confiesan y profetizan.
Yo sólo leí lo que anhelaba.

La mitad de tus versos me llevan a la muerte,
toman mi mano y me encaminan.
Yo sólo leí lo que quise.

Tus culpas son mis miedos.

Preferí mentirme para amarte,
no vendé mis ojos sino a mi instinto
y distraje a mi ángel guardián.

Abrir mis ojos ya no sirve, ¡estoy despierta!
estoy atrapada dentro de mí y tengo miedo.
mi pesadilla ahora puede ser real.

Aquel fantasma huye del mundo onírico,
se reencuentra con su más débil víctima
donde su puñal sí puede matarla.

Debo morir antes para no sentir el miedo y mi muerte.
Los recuerdos existen como algo inexistente,
ya nada es claro.

No lo comprendí antes... ¿acaso lo hago ahora?
Maldito tú por cobarde y maldita yo por cegarme!

"Estamos sucios"...
no fue la peor súplica, fue tu confesión.

Vómitos de alguien como yo (I parte)

Para mí escribir fue importante en una época donde no era capaz de decir lo que sucedía, donde mi más íntima explosión se producía sobre en un papel que me resistía a guardar por mucho tiempo porque, simplemente, no era tan valiente para releerlo.

Sin embargo, ayer volví a escribir porque necesitaba desahogarme. Pensé entonces, que sería bueno descargar mi dolor sobre su conciencia. Pero ya no estoy segura que exista tal cosa en tal alma. Borré su nombre y vomité hacia adentro: con la esperanza de que aquel fin podía ser mi comienzo.

Garabatié algunas palabras, formaron frases incoherentes y unas pocas tomaron sentido. Yo sólo escribía... vomitaba mi rabia, mi dolor, mis ansias, mis temores e ilusiones....

Desde lejos estuve viéndome caer y dejé que sucediera: no necesitaba más engaños. ¿Estaba muiriendo o renanciendo en aquellos instantes?

De repente la caída cesó y lloré, asumí lo que ya sabía: que debía dejar de mentirme, sólo entonces leí... y cuando terminaba la última línea me escuché diciendo "entendí".

El amor es irónico más que ciego porque te deja los sentidos abiertos para que veas lo superfluo, pero te vuela el juicio para que no veas lo que importa.

Necesito seguir vomitando y ya no deseo hacerlo a la nada... pero la nada es lo único real que existe en esta muerte.
Lita