lunes, noviembre 14, 2005

Ganas de continuar lo que empecé

Creí que cuando terminara mi carrera todo estaría mejor y no niego que lo está. Pero a veces necesito sentir que aún soy capaz de hacer cosas grandes, saber que me la puedo sola y la paciencia no es una de mis virtudes, siento que si me quedo aquí otro año más podría explotar o que me podría arrepentir algún día de no haber jugado más en este cuento que empezó hace años...
IRME! es lo que que quería hace mucho tiempo, me acuerdo que cuando estaba en la U con mi mejor amiga siempre decíamos: sacamos la carrera y nos vamos! eso empezó hace más o menos 4 años y en algún momento en estos meses o último año perdí ese norte. Y perder el norte es lo peor que puede pasar porque se deja de soñar. No sé por qué lo hice, pero ahora entiendo porqué he estado así este úlitmo tiempo.
Una cosa son las prioridades y otro es el norte cargado de sueños. Mi hijo siempre está primero y jamás jugaría con algo que lo dañara, no se trata de tomar maletas e irme, se trata de planificar las cosas de tal manera que no sea una huía sino un nuevo buen comienzo. Sé que no es una locura porque he esperado para tener lo que tengo ahora y antetodo quiero darle lo mejor a mi hijo y sé que puedo hacerlo.
Son estas ansias de partir de cero. Y ni tan de cero! tengo mis títulos, tengo un par de pesos, tengo la garra y tengo a mi hijo. ¡Un niño! que casi todo el mundo encuentra una carga a un pequeño, para mí no lo es: es mi fuente de energía, algo que me revitaliza y con él sé que soy capaz de cualquier cosa.
Entonces, ¿qué espero?, ¿la bendición de mis viejos?, sé de sobremanera que no me la darán en una primera instancia, quizás en la segunda si llego a tener suerte o los pillo volando bajo. No es de "malos" y entiendo los motivos que tienen: es por Gabrielito. No necesito comprobar la madre que ya soy, porque si no dimensionan al menos cuánto amo a ese niño y lo que soy capaz de dar por él, entonces no me han aprendido a conocer estos años ni entienden mis cambios. Sé que se merecen todo el respeto por lo que han hecho por nosotros, pero desde que elegí este camino hemos sido sólo él y yo.
No diré "si hay gente que puede yo también" porque la comparación con otras personas es tediosa y mediocre a mi gusto. Lo haré sólo porque es lo que deseo y seré la mejor haciéndolo.
¡Dios, no pido que me lleves, sólo acompáñame que ahora empiezo sólo a tu lado y el de mi hijo!.
Gisell

domingo, noviembre 13, 2005

¿Intentar no soñar?

Anoche escuché a una persona decirme cosas tan preciosas que mientras hablaba no fui capaz de seguir mirando sus ojos, bajé la cabeza intentando entender qué sucedía. Siempre soñé con escuchar una mínima parte de todo lo que en ese momento estaba recibiendo. No lograba asimilar, todas aquellas palabras rayaban en la utopía de un cuento de hadas, algo tan mágico y bello que no podría ser real.
He deseado encontrar a alguien sin rostro para preocuparme por él, para extrañarlo y quererlo. Para soñar con él no el fin de semana que viene sino la vida que nos desafía. Pero mis miedos son más fuertes que esas mismas ganas a la hora de intentarlo.
Necesito saber dónde estoy parada, necesito ser fuerte pero mientras más lo intento más vulnerable me he vuelto. Necesito bajarle el perfil a cada cosa buena que me sucede para que si no resulta el golpe no duela demasiado. Debo hacerlo porque me apasiona cada cosa que hago en mi vida: ser madre, profe, amiga, hija... y en cada intento empeño mi corazón y apostar sin garantías es como saltar al vacío. Creer sólo porque sí a estas alturas es más estupidez que ingenuidad y no quiero sufrir: tan simple, cursi y xanta como eso.
Desde el momento en que empezamos a creer, empezamos a sentir cosas. Y es mi mal confiar y luego querer en quienes mienten bien.
Vomitar y arrancar o digerir y quedarme, he ahí la cuestión! Intentar no soñar y sólo carpe diem parece ser la solución pero no la que me pertenece.
En el fondo mis ansias por soñar me superan, y por eso pido una señal tal como la he recibido toda esta semana, no quiero que se desvanezca pero tampoco me cegaré.
LITA