viernes, enero 20, 2006

De mis lágrimas

Después de la lluvia sale el sol, right?
Toqué fondo. Todo lo que podía salir mal, resultó mal. Y sin ánimos de querer ser irónica o sonar patética creo que es lo mejor que pudo pasar, a ratos es necesario estar mal para saberse fuerte otra vez.
Es cierto que las cosas pueden empeorar más, pero ahora me siento lista para hacer frente al mal tiempo.
Hace un par de semanas comencé a sentirme como caer en cámara lenta, como cuando te tropiezas y eso te lleva a un inminente y seudo porrazo, y las fracciones de segundo que por lo general no notas, en ese momento transcurren lentamente y todo lo que quieres es llegar al suelo pronto, porque en ese tiempo de caída estás conciente que te dolera y te hace sufrir de a poco y por adelantado, más ese dejo de impotencia de que no puedes evitar lo que pasará porque ya estás en medio de esa situación y la ley de gravedad y tu estupidez te hacen merecedor de ese golpe.
Es más fácil estar en el suelo porque sólo tienes dos opciones: levantarte o seguir en el suelo.
Y así fue... Entré al salón de una iglesia donde por fin me sentí segura, como hace tiempo no lo estaba y lloré, hablé conmigo y oré a lo que creo.
Pero esas lágrimas fueron cambiando, al principio lloraba por mí, por lo que tenía guardado y no había liberado: una completa lástima a mí misma, después hubo un lapsus donde no sabía qué hacer ahora que ya las cosas habían llegado a su límite, entonces estallé de nuevo ahogada en mi fustración.
Fue ahí cuando me sentí estúpida, llorando por cosas que realmente tomarán el rumbo que uno les dé. Entonces las lágrimas se hicieron escasas y yo más fuerte, pensando en tiempos pasados y en el futuro, ese por-venir tan mío.
No estoy segura porqué pero ahora me siento más liviana, más segura, capaz de mí y de esa prolongación de mí en las otras personas, tengo claro que hay personas que cuando yo estaba cayendo corrieron a salvarme de ese golpe. Sé que la incertidumbre no es espera sino certeza de lo que entregas. Sé que hay fantasmas que estarán siempre pero puedes caer en su cuento, contratar a los cazafantasmas o confiar en que los años que has forjado lo mejor para tí y tu gente es tu logro más grande y que en su momento, esa misma gente te liberará de esos fantasmas. Eliminé fustraciones y las reemplacé por sueños más terrenales.
Podría seguir pero hay cosas que aún tengo que examinar. por ahora tomo a a mi hijo y nos vamos al estadio. ¡Cómo cambian las cosas! ¿no?
Grax por todas las palabras que más que palabras es el tiempo que dedicas a intentar que alguiens e sienta mejor,
Gisell

miércoles, enero 18, 2006

Colapsé

Toqué fodo.

martes, enero 17, 2006

De tu abrazo

Hoy estoy escribiendo lo primero que se me viene a la cabeza para sacarlo fuera y luego releerlo y entender qué me pasa. Ha sido un mal principio de año pero tengo fé, a veces me quedo sólo con la fé pero eso es otro cuento!!!!
Estoy molesta con mis mejores amigos, triste porque veo que mis padres y mi hijo se enferman y mi hermano se encierra tanto en su mundo que ya no somos tan unidos como antes, mi carrera ahora tiene límites que no quiero creer que existan, espero respuestas que quizás llegarán, no tengo dramas amorosos porque sencillamente no tengo pareja (punto a favor).
Yaaaaaaaaaa!!!!!! ya watié bastante! Releí y me sentí patética pero bastante sincera como para dejar esos párrafos, asumo que se me pasó por la cabeza borrarlos y escribir algo mejorcito pero sé que en estas condiciones no se puede pedir más. Es parte de la fortaleza dejar saber al resto lo débil que también somos algunas veces, no nos podríamos sorprender a sabiendas que todos tenemos días en que el bioritmo no está al 100% en todos sus planos.
Hace un rato mi hijo lloró porque tuvo un encuentro cercano con el suelo. Entonces recordé que no soy así, que no puedo ser alguien que se dé por vencida. Fui corriendo a verlo, lo levanté y lo abracé, fuerte, en silencio. Pero no eran sus lágrimas las que depositaba en mi hombro, no era yo quién lo consolaba. Era él quien estaba regalándome su dolor para hacerme entender, una vez más, que soy la única que puede combatir su pena. Yo vivo haciéndome más fuerte a través de él, absorviendo la energía que me da saber que soy quien pueda hacerlo sentir mejor.
Ahora, no hay razones para estar mal, porque existe.
Colapso superado.
Gisell, la mamá

domingo, enero 15, 2006

Ella está enferma

Ya no sé si es por mi culpa, no sé qué puedo hacer, sólo puedo llevarle un té o un agua de algo mientras llora del dolor. Espero con ansias que llegue el día siguiente para verla mejor pero la noche deja de ser noche y sigue igual. Tres hospitales en tres días y esto me está asustando.
Su rostro ya no está serio como siempre hace un par de días, ahora se ve débil, cansada, adolorida y exahusta. Siempre la he visto como alguien admirable que es capaz de hacer mil cosas sin agotarse, confío en ella en ese sentdo más que en ni ninguna persona... ella es increíble. Un carácter de miedo, una sonrisa pura, sentimientos claros, no es más ni menos de lo que acostumbra a decir. Es de aquellas personas que se alegra de verdad cuando a alguien le sucede algo bueno ¡y no importa que no las conozcas! Sureña de corazón y capitalista por elección, gran invención!
Papá me acaba de llamar y dice que la dejarán hospitalizada. Ahora arreglaré el bolso y sólo me sentaré a leer a su lado, como ayer.
Nos llevamos tan mal, es como si nuestras personalidades e ideales fueran absolutamente incompatibles, pero con muchos llantos y peleas ahora nos llevamos mejor, a veces hasta le cuento algún condoro o alguna aventura, de esas que antes era impensable contarle.
Lo cierto es que la amo, es la mujer que más amo y que más admiro, me gustaría que por mis venas corriera el mismo corage que corre por el de ella, esa capacidad incansable de dar sólo porque es a quien quieres y esa honestidad que hace sangrar a veces.
Ya me voy, se hace tarde y necesito verla. No es por tí, es por mí. Porque tengo miedo y no soy buena diciendo lo que siento y HACER es todo lo que me queda.
Gisell, tu hija